Si alguna vez has sufrido condensación en paredes y ventanas, sin duda no querrás que se repita. Si no quieres que se repita, toma nota y prepárate para el invierno.

La condensación es un fenómeno que casi siempre ocurre en los meses de frío, ya que tenemos combatir las bajas temperaturas y el aumento de humedad; se producen cuando la temperatura interior de la vivienda es superior a la del exterior.

Al entrar en contacto las frías temperaturas del exterior con las ventanas, si estas no son las adecuadas, tienden a aparecer las condensaciones. Por lo tanto, uno de los principales factores que influyen en que tengamos mayor o menor grado de condensación es la calidad de los componentes de las ventanas:

• VIDRIO
  Si es de doble acristalamiento con cámara y bajo emisivo, la condensación será mucho menor que con un vidrio simple.
• CARPINTERÍA
  El material, las hojas de las ventanas con sus cámaras aislantes, el nivel de impermeabilidad y la ventilación de la carpintería, son decisivos.
• PERSIANA
  Hay veces que es el origen del problema. Las persianas pueden ser nuestro aliado para evitar condensaciones, hay que colocarlas siempre en la parte exterior.

Sin embargo, hay veces que, a pesar de tener unas buenas ventanas, también aparecen condensaciones. En este caso la culpa es de nuestras acciones. Y entre ellas la más común es la falta de ventilación.

Las manifestaciones más comunes de este tipo de humedades son: vaho en los cristales de las ventanas, hongos, manchas negras de moho en las paredes y agua proveniente de la condensación, así como olor a humedad.

Estos pequeños microorganismos, se propagan a través del aire y son inhalados por los habitantes de las viviendas afectadas por la condensación agravando enfermedades como el asma y alergias respiratorias.

SOLUCIONES Y CONSEJOS PARA LA CONDENSACIÓN EN CASA:

En la medida de lo posible, hay que instalar unas ventanas de calidad, que no sean de hierro, se aconsejan de Aluminio o de PVC, y lo más importante es que tengan rotura de puente térmico, también se aconsejable instalarlas con vidrios bajo emisivos.

Es imprescindible UNA VENTILACIÓN ADECUADA, unos de 15-20 minutos cada día, lo ideal es por las mañanas y a media tarde, y si puede ser ventilación cruzada mejor, ya que con esto conseguiremos renovar el aire interior y, por lo tanto, reducir la humedad.

Secar la ropa en el exterior siempre que sea posible y cuando se seca en el interior, tratar de aislar el secado en pequeñas habitaciones que estén bien ventiladas. No secar la ropa en los radiadores. Mantener la calefacción a un nivel bajo durante un largo período de tiempo, esto permitirá calentar suavemente la estructura del edificio, reduciendo las superficies frías en la que el aire húmedo caliente se condensa. Si no es suficiente, en el mercado existen diferentes sistemas de ventilación mecánica que mantienen el espacio habitable con una calidad de aire libre de humedad.

“si necesitas ayuda o consejos sobre este u otros temas relacionados con tu vivienda, no dudes en consultarnos, estamos a tu disposición”